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Consulta nuestras preguntas frecuentes

1.- ¿Qué debo hacer si creo que tengo vocación?

Lo primero que habría que hacer si uno piensa que tiene vocación es hablarlo con algún sacerdote de confianza, o con nuestro párroco, o en su defecto algún seminarista. Lo ideal sería que te unieras a la Pastoral Vocacional y participases de las actividades que se realizan, para que así se pueda llevar un discernimiento de la vocación, al mismo tiempo que se va conociendo el Seminario y su formación.

2.- ¿Qué estudios debo de tener para poder entrar en el Seminario?

Para entrar en el Seminario, como mínimo hay que tener el Bachillerato, y es altamente recomendable haber superado la P.A.U. Por tanto, para entrar en el seminario se requiere una mínima de capacitación para comprender las asignaturas que se imparten en el Centros de Estudios Teológicos. Para la obtención del Bachiller en Sagrada Teología es necesario superar la P.A.U., que son los estudios que se requiere para acceder a cualquier universidad española.

3.- ¿Qué se estudia en el Seminario?

En el Seminario, al mismo tiempo que compaginamos la formación humana y espiritual, nos formamos intelectualmente. En la Facultad de Teología "San Isidoro de Sevilla" estudiamos el Grado en Teología, que consta de cinco cursos académicos, un bienio en Filosofía y un trienio en Teología.

4.- ¿Cuántos años hay que estar en el Seminario?

En el Seminario hay que estar seis años. Los dos primeros estudiando la Filosofía, los tres siguientes estudiando la Teología y el último año ejerciendo el ministerio del diaconado. También hay casos excepcionales en los cuales se podría estar menos años, pero como mínimo hay que estar tres años, un tiempo para que los formadores tengan un mínimo conocimiento de la idoneidad del candidato.

5.- ¿Hay que ser un superhéroe para entrar en el Seminario?

No, lo que se exige es ser varón bautizado teniendo en cuenta que el Señor capacita. Para ello se requiere una serie de idoneidades para acceder al seminario, al igual que para otro tipo de actividad, se requieren también una cierta capacitación. Con la gracia de Dios y con la voluntad del hombre se puede alcanzar.

6.- ¿El Seminario quién lo paga? ¿Cuánto cuesta?

El seminario está financiado fundamentalmente por la Archidiócesis. Si tuviéramos que dividir el precio real que cuesta el seminario entre cada seminarista, sería un importe económico muy elevado. Sin embargo, tres cuartas partes del Seminario son aportadas por la Archidiócesis. De la parte restante se hace cargo el candidato. Así, a una familia, el importe del Seminario por curso de unos 1.700€, pero también existen becas para las personas que tuvieran algún tipo de necesidad o dificultad.

7.- ¿Quién me va a ayudar en el proceso de mi formación?

En el Seminario, hay fundamentalmente, tres figuras que nos ayudan a lo largo de toda nuestra formación. La primera de ellas es el Rector, quien vela por el buen funcionamiento del Seminario en general, y el que, junto al Arzobispo y al resto del equipo formativo, se encargue de la formación en el Seminario. Junto al Rector se encuentra el Vicerrector.

También contamos con la ayuda de los Formadores, que sería la segunda de las figuras propias del Seminario. Se encargan de que la formación del seminarista sea plena y completa en los ámbitos propios, como son el intelectual, humano, comunitario, espiritual y pastoral.

Y por último, y no por ello menos importante, contamos el Director Espiritual. Éste será el que nos ayude fundamentalmente en el crecimiento espiritual y en el crecimiento del trato con Jesucristo.

8.- ¿Durante el tiempo de Seminario, podemos ir a casa en algún momento?

La formación del Seminario está dividida en tres etapas, la primera que comprende los dos primeros años, la segunda etapa que comprende el tercer, cuarto y quinto curso, y por último la etapa del diaconado. Los seminaristas que están en la primera etapa van a su casa todos los fines de semana, a acepción de aquellos fines de semanas que se organicen actividades extraordinarias. En la segunda etapa, el seminarista es destinado a una parroquia, para conocer así la realidad pastoral de nuestra diócesis. En este caso, el seminarista suele ir a casa una vez al mes, más o menos. En la última etapa, el diácono sigue viviendo en Seminario, y de la misma forma que la segunda etapa, el diácono es destinado una parroquia.

9.- ¿El Seminario continúa en verano?

Sí continúa. El verano es tiempo de vacaciones, pero es tiempo que sirve para ayudar a discernir la vocación con otras actividades formativas fuera del Seminario. De igual forma, el verano, al igual que cualquier otro tiempo de vacaciones, es un tiempo donde se percibe cuáles son los intereses del candidato.

10.- ¿Quiénes forman la Comunidad del Seminario?

El Seminario fundamentalmente está formado por los seminaristas y por el equipo formativo, que comprende el Rector, el Vicerrector, los formadores, los directores espirituales y los confesores.

Junto con estos, hay otras personas que forman también parte del Seminario, como son: la comunidad de religiosas Teatinas que nos asisten, el ecónomo, las cocineras y limpiadoras, el encargado de mantenimiento…

11.- ¿Qué ocurre si no apruebas los exámenes?

El estudio es una de las dimensiones fundamentales para el sacerdocio, de manera que por un examen no se echa a nadie. Lo que sí es cierto, es que si se observa que en la dimensión intelectual no hay idoneidad, ésta será motivo de discernimiento vocacional.

12.- ¿Cómo son las habitaciones?

Las habitaciones son individuales y tienen el mobiliario necesario, a saber: armarios, estanterías, mesa de trabajo, cama y mesita de noche, así como cuarto de baño individual.

13.- ¿Puedes tener música puesta en tu cuarto?

El grado de independencia de un seminarista en su propia habitación es elevado, siempre y cuando no moleste y al mismo tiempo sea responsable con sus obligaciones.

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